“Un momento muy especial para todos los devotos de Fátima”

“Un momento muy especial para todos los devotos de Fátima”

Tras la llegada de la Imagen de Nuestra Señora de Fátima a Roma, el rector del Santuario retoma y analiza este “momento particularmente intenso”.

Los días 11 y 12 de octubre fueron días únicos en la historia del Santuario de Fátima y de la imagen original de Nuestra Señora de Fátima, con la presencia de esta escultura centenaria en Roma como parte del Jubileo de la Espiritualidad Mariana.

Durante este período, el Papa León XIV estuvo con la Virgen de Fátima y, ante su imagen, ofreció la primera Rosa de Oro de su pontificado y consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María.

«Esta jornada mariana resultó ser un momento particularmente intenso para todos los participantes», resumió el rector del Santuario de Fátima a su regreso a Portugal, destacando como uno de los momentos más memorables de este viaje la gran afluencia de peregrinos que se produjo en la iglesia de Santa María en Traspontina, donde se veneró la imagen en su primer día.

"Vimos a peregrinos dejar sus oraciones ante María, profundamente conmovidos... Peregrinos de esperanza, que no desaprovecharon la oportunidad de esta presencia mariana", declaró el padre Carlos Cabecinhas a la Oficina de Comunicaciones del Santuario desde su estancia en Roma.
"Una vez más, el poder gravitacional y simbólico de esta escultura quedó claramente demostrado, que es muy fácil de analizar desde la perspectiva de su materialidad y plasticidad, pero luego, al verla ante los fieles que pasaban junto a ella, percibimos cómo este icono es verdaderamente una muy rápida mediación en relación a aquello que representa", analizó el director del Museo del Santuario de Fátima, Marco Daniel Duarte, al final de estos dos días.

El hecho de que la primera Rosa de Oro otorgada por León XIV fuera a Nuestra Señora de Fátima y al Santuario de Fátima es otro de los momentos culmen destacado por el Padre Carlos Cabecinhas que también destaca la oración por la paz que guió la vigilia de oración celebrada al final del primer día, intercalada con el canto del "Ave de Fátima".

"Destacaría dos momentos de esta vigilia. Al principio, al ofrecer la Rosa de Oro, el Papa reza un momento ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima, y al final, antes de partir, se detiene de nuevo ante la imagen en oración".

"Ante esa imagen han pasado alegrías, pero también enfermedades, dolencias y la fragilidad de esta humanidad, que llora ante ella y pide, con voz muy fuerte, el abrazo de una madre", observa el director del Museo.

El segundo día, el rector del Santuario de Fátima destacó la cálida acogida que tuvo la imagen por parte de la congregación reunida en la Plaza de San Pedro para la Misa dominical, y la reflexión que el Santo Padre ofreció durante la celebración sobre el significado de la espiritualidad mariana como camino que conduce a Dios.

"Si bien la responsabilidad de traer esta escultura de Fátima a Roma es grande, también es un servicio muy importante que el Santuario presta a la Iglesia universal, al estar en la sede romana con los más comprometidos con la devoción mariana", añadió Marco Daniel Duarte.

"Esta fue, sin duda, una ocasión muy especial para todos los devotos de Fátima, y en el que tuvimos la oportunidad de ver, por primera vez, al Papa León XIV tocando la imagen de Fátima", concluyó el rector del Santuario.

La imagen de Nuestra Señora de Fátima llegó al Santuario la tarde del 12 de octubre, al finalizar el programa de celebración de ese día de la Peregrinación Internacional Aniversaria. Tras la procesión del silencio, la imagen fue trasladada y colocada de nuevo en el pedestal de la Capilla de las Apariciones, mientras el coro cantaba el himno "Totus tuus Maria". Una vez en su ubicación habitual, el presidente de la peregrinación incensó la imagen, con la Rosa de Oro ofrecida por el Papa León XIV expuesta ante ella.